Llevo unos meses en los que no llego a otra cosa que no sea la entrada de la DisfrutaBox y su receta correspondiente. A ver si consigo ir centrándome un poco y liberando tiempo y me pongo al día con todas les recetas que tengo atrasadas y que no han visto la luz más que en mi cocina.
Hoy traigo un postre súper fácil. Tanto que lo pueden hacer los niños. Sí, no lo digo en broma. Y que además es perfecto por lo rápido que se prepara... y se come.



La receta de Juanan de Cuuking es un éxito rotundo. No solo por lo fácil y rápida que es de preparar, sino porque además de todo eso... ¡¡está buenísima!! 
No he cambiado nada más que la cobertura de la tarta porque no hay nada que modificar. Es una tarta que se prepara sin más. Solo leche condensada, nata y galletas. Sin horno. Así que, ya estás corriendo a hacer la tuya ahora mismo que seguro que, cuando la pruebes, se convierte en tu favorita como lo ha hecho para muchos de los que ya hemos caído a sus pies.



En un bol mezclamos la nata con la leche condensada. Batimos y vamos añadiendo poco a poco el zumo de limón. La mezcla irá espesando poco a poco.


Forramos un molde rectangular con papel film. En el fondo colocamos una capa fina de crema de limón. Extendemos y cubrimos con una capa de galletas mojadas en leche. Ponemos otra capa de crema y otra de galletas. Vamos alternando capas hasta terminar con la crema de limón.

Cubrimos con una capa de film y dejamos en la nevera un mínimo de 4 horas para que la crema termine de solidificar. Queda mejor de un día par otro.

Desmoldamos sobre la fuente en la que la vamos a servir y quitamos el film. Decoramos con pistachos.