Cuando era pequeña, recuerdo que los días de fiesta cuando
me daban la paga, me iba corriendo al quiosco y siempre, siempre me compraba
regalices negros. Y cuanto más negros mejor. ¿Os acordáis de esos regalices
negros de “peseta” que venían en cajas amarillas y con un gato negro con un regaliz
en la mano? Bien, pues esos eran los que más me gustaban. Aún hoy los venden….
Yo ahorraba para comprarlos por cajas y los iba chupando poco a poco hasta que
me quedaba sin regaliz…. Puro vicio.
Con los años no ha desaparecido mi gusto por el regaliz,
sino que ha aumentado. Ahora consumo más variedad, salado (ese toque le da un
gusto exquisito), dulce, amargo, pero el que más me gusta es el regaliz
original, el puro. Me estoy dando cuenta de que el regaliz es como el café…. Muchas
variedades….. para todos los gustos y adictivo!!!!
Como no me puedo estar quieta, para el cumple de Adrián
compré unas cuantas chuches para la mesa dulce y no pude resistirme y me compré
una caja (si, una caja de quiosco) de regaliz blando pero con un sabor muy
intenso. Y se me antojaron. Sí. Se me antojaron unos cupcakes de regaliz.
Llevaba tiempo con ganas de hacer un bizcocho de regaliz
negro, y como a mi marido no es que le apasione mucho (en esos gustos no
coincidimos nada de nada) decidí hacerlos en forma de cupcake y así podía
repartir de manera más cómoda. Lo malo….el frosting o buttercream. ¿Qué sabores
casan bien con el regaliz negro? Y es que es un tema complicado, no creáis!!!
Porque a ver, con el regaliz rojo casa todo….o casi todo, nata, fresa,
vainilla, chocolate…. Pero con el negro… ay, amigos…el negro es otro cantar. Así que me arriesgué y preparé dos sabores
diferentes…. Queso y algodón dulce (sí, el de las ferias) y, aunque no quedaron
mal ninguno de los dos, por unanimidad ganó el de queso. Y es que le da un
toque de frescura al dulzor y al sabor intenso del regaliz.
También preparé la masa de los cupcakes de dos maneras
diferentes. Una añadiendo el regaliz troceado y la otra con el regaliz
derretido e integrado en la masa. Ahí os tengo que confesar que hubo más
diversidad de opiniones en cuanto a cuál era el favorito. A mí, personalmente,
me gustó más, por textura y sabor el segundo.
Parece que estáis un poco impacientes porque os cuente la
receta, así que no me entretengo más. No perdáis detalle. Son muy fáciles y
están muy ricos.
Ingredientes
100 gr de mantequilla
100 gr de harina
100 gr de azúcar
1 cucharadita de levadura
6 cucharadas de leche
100 gr de regaliz negro blando
2 huevos
Fundimos la mantequilla y reservamos.
Derretimos la mitad de los regalices en la leche y dejamos
templar. Y la otra mitad la picamos con la Thermomix o una picadora eléctrica y
reservamos.
Precalentamos le horno a 200º y preparamos el molde para
cupcakes con las cápsulas de papel.
MODO 1 (Crema de regaliz)
Con la batidora de varillas mezclamos la mantequilla con el
azúcar. Añadimos los huevos, uno a uno sin dejar de batir. Incorporamos la
mezcla de leche y regaliz y batimos de nuevo a baja velocidad.
Por otro lado, mezclamos la harina con la levadura. Añadimos
a la mezcla anterior y batimos sólo hasta que se integren bien las dos mezclas.
Con ayuda de una cuchara de helado, rellenamos las cápsulas
hasta la mitad y horneamos durante unos 12 minutos o hasta que al pinchar con
un palito este salga limpio. Dejar en el molde unos minutos antes de pasar a
una rejilla.
MODO 2 (Regaliz picado)
Con la batidora de varillas mezclamos la mantequilla con el
azúcar. Añadimos los huevos, uno a uno sin dejar de batir. Incorporamos la leche
y batimos de nuevo a baja velocidad.
Por otro lado, mezclamos la harina con la levadura. Añadimos
a la mezcla anterior y batimos sólo hasta que se integren bien las dos mezclas.
Incorporamos el regaliz picado y con movimientos envolventes mezclamos toda la
masa.
Con ayuda de una cuchara de helado, rellenamos las cápsulas
hasta la mitad y horneamos durante unos 12 minutos o hasta que al pinchar con
un palito este salga limpio.
Frosting de queso
125 gr de queso crema frío
50 gr de mantequilla a temperatura ambiente
300 gr de azúcar glas
Batimos la mantequilla con el azúcar glas (cubrir el bol con
un paño húmedo para evitar que la cocina se llene de nieve artificial). Cuando
esté bien mezclado añadimos el queso. Batimos de nuevo hasta que la mezcla
adquiera un color blanquecino y la textura sea cremosa. Ojo, si batimos
demasiado la crema se derrite.
Meter la crema de queso en una manga pastelera y decorar los
cupcakes.
Buttercream suave
250 gr de mantequilla
250 gr de azúcar glas
3 cucharadas de leche semidesnatada
1 cucharadita de aroma de algodón dukce
Tamizar el azúcar. Añadimos la mantequilla a temperatura
ambiente, la leche y el aroma. Mezclamos todos los ingredientes primero con
ayuda de una cuchara y a continuación usaremos una batidora con varillas.
Batimos durante un minuto a velocidad baja, y pasado el
tiempo, sube la velocidad y continúa batiendo durante 5 minutos a velocidad
media-alta. El resultado es una masa suave y cremosa, de color blanquecino.
7 comentarios
Que cupcakes más buenos! Un beso!
ResponderEliminarQué rico!!! no soy muy mañosa en la cocina así que a ver si convenzo a mi hermana para que se ponga manos a la obra. El regaliz es mi favorito
ResponderEliminarQué ricos tenían que estar, te ha quedado preciosos!!!
ResponderEliminarUn besito
Amalia te han quedado super bonitos! Aun sin haberlos probado todavia, seguramente me quedaria con el frosting de queso y el regaliz integrado en la masa. Solo es cuestion de ir a una tienda de chuches y prepararlos, eso si, mejor cuando no tenga hambre ni antojos, sino peligro con las gominolas...jejeje. Un beso guapisima :)
ResponderEliminarQué originales y qué bonitos =)
ResponderEliminarSeguro que están muy ricos.
Un besote!
Desde luego, bonitos son un rato y seguro que están de vicio.
ResponderEliminarHola, guapa.
ResponderEliminarGracias por participar con estos preciosísimos (y deliciosos) cupcakes en la fiesta de colaboraciones del mes de diciembre. Aparecerán en la segunda parte del resumen dedicada a las tartas y a los cupcakes que publicaré entre hoy y mañana.
Besitos.