El representante "oficial" de morcillas en mi casa es mi cuñado Chuso. Es el que nos surte de ellas, pues nos las trae de Villada, un pueblo de Palencia, famoso por sus morcillas, entre otras cosas.

Esta morcilla es muy característica, pues aunque viene en tripa, es como una especie de pasta, no es compacta como las morcillas que yo estaba acostumbrada a ver en la carnicería. Por lo que al cocinarla no hay que deshacerla.

La verdad es que a mi, la morcilla en cualquiera de sus versiones, no me gusta nada de nada, así que no puedo deciros como está, pero parece que a los que la comen si que les gusta. Algunos opinan que un poco dulce para su gusto, pero que queda muy rica.

Desde luego se ve muy jugosa, al menos esa es la apariencia que tiene...

"Es universalmente reconocido que los salmones concurren a desovar al lugar donde nacieron. Para ello recorren enormes distancias en el mar y luego remontan el río hasta la naciente. Allí depositan sus huevos, en el mismo sitio donde sus padres depositaron los suyos; y también sus abuelos. Me gusta pensar que hay un único lugar en el mundo, bajo las aguas de un río que no conozco, hacia donde concurren todos los salmones de la Tierra en la época de la procreación. Allí donde depositó los huevos el primer salmón" (Cuentos breves. Orfeo sin lira)

Ya seis años!!!! Madre mía, cómo pasa el tiempo!!!!!!!!! Pero si hasta ayer andaba a gatas.....

Bueno, el caso es que mi hijo mayor, tenía claro que la fiesta de su cumpleaños tenía que ser de piratas... y así ha sido!! La tarta, de fondant, fue todo un éxito a pesar de haber sufrido algún que otro contratiempo a causa del calor. Los laterales de la tarta, querían simular las olas del mar, por eso las dobleces, pero debido al calor, se fueron cayendo y ninguno quedó en su sitio...

Repetí bizcocho, y doblé el relleno de chocolate. El bizcocho de natillas de nuestra amiga Ruba de Mis Postrecillos, toda una artista en tartas. Y el relleno de trufa de chocolate negro y ganaché de chocolate blanco.

Unas monedas de chocolate que simulaban doblones de oro repartidas por la mesa, le dieron ese aire pirata que acompañó a la tarta, la protagonista, en la zona de los dulces.

Lo pasamos genial, y los niños disfrutaron un montón!!!! Habrá que repetirlo, no?

Lo que no me enseñe a mí Bakemanía, no lo aprendo en ningún sitio. Lo clara que es Lara explicando las cosas. Da gusto con ella.

No me gusta nada, pero NA-DA la crema de cacahuete. No entiendo esa manía que tienen los americanos de comer cacahuete machacado y mezclado con mantequilla, vamos, que conmigo la empresa que los creó se arruinaría seguro si viviese al otro lado del charco.... En realidad, esto era antes de ver a Rebeca hacer unas cupcakes de crema de cacahuete y chocolate. "El chocolate camuflaría el sabor del cacahuete fijo, fijísimo..." Pensé yo cuando los ví terminados. Y es que tenían una piiiiinta. Vamos, que no le hinqué el diente a la tele porque me quedaba sin ellos, que si no!!!!

El caso es que los hice y.... que tiemblen los tarros de crema de cacahuete porque estos no serán los únicos que haga!!!! Así que me retracto de mis palabras y prometo no volver a criticar a los americanos por sus hábitos alimentarios....



75 gr de mantequilla sin sal, a temperatura ambiente
130 gr de mantequilla de cacahuete cremosa
190 gr de azúcar moreno
2 huevos
1 cucharadita de extracto de vainilla
120 gr de harina
1 cucharadita de levadura
Un pellizco de sal
60 ml de leche, a temperatura ambiente